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El VIH no parece ser una causa directa del ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù, pero con el tiempo puede generar un debilitamiento en el sistema inmunológico, exponiendo a las personas que viven con el VIH a un mayor riesgo de desarrollar diversos tipos de ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù. Además, las personas que viven con el VIH que son diagnosticadas con ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù son más propensas a morir por ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù que aquellas sin la infección con el VIH.
Hay un número de factores que pueden contribuir a incrementar el riesgo.
Las personas que viven con el VIH están viviendo por más años gracias a la eficacia de la terapia antirretroviral o TAR (ART, por sus siglas en inglés) y también presentan los tipos de ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù que suelen ser comunes solo entre los adultos mayores. Sin embargo, las personas que viven con el VIH a menudo son diagnosticadas en una de las etapas posteriores del ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù, lo cual puede complicar el tratamiento. Es especialmente importante que las personas que viven con el VIH sigan las guÃas de pruebas para la detección del ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù para procurar la detección temprana del ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù.
Las personas que viven con el VIH son mucho más propensas a desarrollar ciertos tipos de ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù que las personas no infectadas con el virus. El VIH puede dañar al sistema inmunológico, haciendo que se más propicio el desarrollo de ciertos tipos de ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù, los cuales son referidos como ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ùes oportunistas. Por lo tanto, se consideran como ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ùes definidos por sida. Una persona con VIH que desarrolla alguno de estos tipos de ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù que ocurren con tanta frecuencia entre personas diagnosticadas con sida constituye una señal de que dicha puede que ha desarrollado sida.
El sarcoma de Kaposi, el linfoma de no Hodgkin y el ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù de cuello uterino o cervical están incluidos entre los ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ùes definidos por sida.
El sarcoma de Kaposi (SdK) se origina en las células que recubren las vasos ±ô¾±²Ô´Úá³Ù¾±³¦´Ç²õ y sanguÃneos. En los Estados Unidos, el tipo de SdK más común es el que está relacionado con la infección tanto con el herpevirus humano-8, como con el VIH.
El herpevirus-8, también conocido como el herpevirus asociado al sarcoma de Kaposi no parece que causa ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù en la mayorÃa de la gente en buen estado de salud. Sin embargo, entre las personas que viven con el VIH que también están infectadas con el herpevirus humano-8 son mucho más propensas a desarrollar SdK.
En la mayorÃa de los casos, el sarcoma de Kaposi produce manchas (lesiones) de matiz morado o marrón en la piel o en la boca. Puede que estas lesiones se manifiesten de forma plana o en relieve sobre la piel. Puede que el Sarcoma de Kaposi también afecte los ganglios ±ô¾±²Ô´Úá³Ù¾±³¦´Ç²õ y otros órganos, como el tracto digestivo, los pulmones, el hÃgado y el bazo. En algunos casos, el SdK puede generar serios problemas o incluso puede que atente contra la vida.
Para quienes tiene SdK asociado al sida, el tomar terapia antirretroviral (TAR) permite que el sistema inmunológico se desempeñe mejor y logre reducir el tamaño de las lesiones generadas por el SdK. Para algunas personas, la TAR pude que sea el único tratamiento necesario. Para las personas con un estado avanzado de la enfermedad o cuya enfermedad no responde a al TAR, puede que se empleen otros tratamientos contra el SdK, tal como con la quimioterapia o la radioterapia.
El linfoma de no Hodgkin (LdNH) es un tipo de ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù que afecta a los glóbulos blancos referidos como linfocitos, los cuales forma parte del sistema inmunológico.
Hay muchos tipos diferentes de linfoma no Hodgkin, pero algunos de ellos son más comunes entre las personas que viven con el VIH. Entre ellos está el linfoma de células B grandes el linfoma de Burkitt y el linfoma del sistema nervioso central. Las personas que viven con el VIH son más propensas a desarrollar ciertos tipos de linfoma que están viculados a los viruses, especialmente al virus de Epstein-Barr.
Las personas que viven con el VIH están a un mayor riesgo de desarrollar ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù cerebral o en la médula espinal (sistema nervioso central). Las personas con linfoma en su sistema nervioso central pueden presentar dolores de cabeza, confusión, problemas con la visión debilidad o cambios en cómo sienten el rostro, los brazos y las piernas, y en alguos casos pueden tener convulsiones. El tratamiento del linfoma no Hodgkin asociado al sida dependerá del tio y etapa de esta enfermedad, pero por lo genral involucra quimioterapia. El tratamiento por lo general es el mismo que se usa en pesona con linfoma de no Hodgkin que no tienen VIH.
El ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù de cuello uterino es un ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù en la región cervical, la parte inferior del útero (matriz). Casi todos los casos de ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù de cuello uterino se originan por la infección con el virus de papiloma humano (VPH).
Las personas con cuello uterino que tienen la infección con VIH y VPH están a un mayor riesgo de desarrollar cambios precacerosos en su cuello uterino que las personas sin estas infecciones. Los cambios precancerosos en el cuello uterino en las personas que viven con el VIH son más propensas a que desarrollen los tipos más invasivo o agresivos del ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù de forma más rápida.
Es importante hablar con el proveedor de atención médica sobre las pruebas de detección del ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù de cuello uterino. Hacer las pruebas de detección tanto de cambios precancerosos como de ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù de cuello uterino es lo indicado a partir de los 25 años entre las personas con cuello uterino que no sean portadoras de VIH, y quienes lo sean deberán comenzar estas pruebas cuanto antes. Dependiendo de los resultados de las pruebas de detección, puede que se requiera hacer más pruebas. Las personas que viven con el VIH requieren de pruebas de detección con mayor frecuencia que aquellas personas sin el virus.
Si se detectan cambios precancerosos, deberán tratarse para ayudar a evitar que se conviertan en ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù. Esto se hace al extirpar o eliminar las capas exteriores del cuello uterino.
Es importante habar con el proveedor de atención médica sobre las vacunas contra el VPH que ayudan a preenir el contagio con el virus y algunos ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ùes asociados al mismo.
Hay algunos otros tipos de ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ùe que son más propensos a desarrollarse entre las personas que viven con el VIH. Estos incluyen:
Algunos de estos tipos de ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù se han asociado a distintos virus. Estos virus pueden causar cánce en personas con o sin VIH, pero el riesgo podrÃa ser mayor entre las personas que viven con el VIH debido a que sus sistemas inmunitarios estén más debilitados. Por ejemplo, el ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù anal, asà como algunos casos de ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù de boca y de garganta están asociados a la infección con el VPH, el mismo virus causante del ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù de cuello uterino. Se sabe que el ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù de hÃgado es más común entre personas infectadas con los virus de la hepatitis B o C. El linfoma de Hodgkin a menudo está asociado al virus de Epstein-Barr.
Un mayor el riesgo para algunos ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ùes entre las personas que viven con el VIH puede que se deba a otras factores de riesgo, como el tabaquismo. El ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù de pulmón es uno de los tipos de ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù más común entre las personas que viven con el VIH. El riesgo elevado de ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù de pulmón entre las personas que viven con el VIH no se sabe bien cómo se manifiesta en relación al tabaquismo.
Claro está que a medida que las personas con VIH están viviendo más tiempo en la actualidad, también están desarrollando otros tipos de ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù que no están claramente asociados con el VIH, pero que son más comunes en personas de edad avanzada, tales como el ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù de seno, ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù colorrectal y ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù de ±è°ùó²õ³Ù²¹³Ù²¹.
Además, las personas que viven con el VIH que deberán seguir las medidas de buena salud recomendadas para el resto de las personas que buscan disminuir su riesgo de desarrollar ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù. Entre estas medidas se incluye:
Estas pruebas son usadas para detectar el ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù antes de que la persona presente sÃntomas. Someterse a las pruebas de detección para ciertos tipos de ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù de manera habitual aumenta las probabilidades de detectar el ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù en sus etapas iniciales antes de que tengan la oportunidad de propagarse. Las mismas pruebas para la detección del ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù se recomiendan para las personas que viven con el VIH como para las que no tienen el virus. La Sociedad Americana Contra El Cáncer, entre otras organizaciones, cuentan con guÃas para hacer las pruebas de detección para el ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù mamario, cervical, colorrectal, pulmonar y prostático.
Para el sarcoma de Kaposi y el linfoma no Hodgkin no hay guÃas para la detección temprana en la actualidad. No obstante, acudir a las revisiones médicas de rutina puede ser útil en detectar signos y sÃntomas para estos tipos de ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù entre personas que viven con el VIH.
Para las personas con cuello uterino, el ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù cervical a menudo puede ser detectado en sus etapas iniciales o incluso prevenirse mediante las pruebas rutinarias para la detección del ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù. Esto es especialmente importante para las personas que viven con VIH que tras hacer una prueba de VPH hayan dado positivo. Los expertos recomiendan que las personas con cuello uterino que viven con el VIH se hagan las pruebas para la detección temprana del ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù de cuello uterino (³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù cervical) tan pronto sea posible tras su diagnóstico. Dependiendo de los resultados de las pruebas de detección, puede que se requiera hacer más pruebas. Qué tan seguido deberán estas pruebas hacerse dependerá de los resultados de la primera vez que se hagan, y puede que sean con mayor frecuencia si la persona vive con el VIH.
Actualmente hay otras pruebas especiales bajo estudio para la detección del ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù en personas con el VIH. Por ejemplo, debido a que las personas que viven con el VIH también están a un mayor riesgo de desarrollar ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù anal, por lo que algunos expertos recomiendan someterse a una prueba de detección muy similar a la usada para el ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù de cuello uterino, pero en la que las muestras son recolectadas de las células que conforman el recubrimiento del ano.
Desafortunadamente, el VIH y el SIDA aún conllevan un estigma que podrÃa resultar en una demora para hacer dichas pruebas entre las personas que viven con el VIH en busca de atención médica. Sin embargo, demorar las pruebas de detección o postergar la revisión médica de ciertos signos o sÃntomas puede resultar un diagnóstico de la enfermedad en una etapa posterior que podrÃa implicar un ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù más difÃcil de tratar.
Las personas que viven con el VIH que desarrollan ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù deberán recibir el tratamiento correspondiente tal como es el caso para persona sin el virus. El tratamiento contra el ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù en sà estará planeado en función del tipo y etapa (extensión) del ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù. Es muy importante que las personas que viven con el VIH continúen su TAR mientras se encuentren recibiendo sus tratamientos contra el ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù. La TAR permite que muchas personas con ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù puedan recibir dosis completas de quimioterapia, asà como otros tratamientos convencionales contra el ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù. Las personas que viven con el VIH puede que requieran de medicamentos adicionales para reforzarlas durante el tratamiento del ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù. Puede que esto incluya medicina que estimule la respuesta del sistema inmunitario en su función de prevenir y combatir infecciones. Esto permite que las personas que viven con el VIH consigan mejores resultados y un mejor pronóstico de supervivencia.
El tratamiento, tanto para el VIH como para el ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù, puede ser complejo, por lo que es muy importante que los oncólogos y los especialistas de VIH colaboren entre sÃ. Puede que se requieran cambios en la forma de administrar los tratamientos y la TAR para disminuir las reacciones que se puedan dar entre ambas terapias. Es importante que las personas que viven con el VIH encuentren un equipo de profesionales de la salud que entiendan cómo el VIH puede afectar la atención contra el ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù y cuyos especialistas puedan trabajar entre sÃ.
Incluso con los tratamientos convencionales contra el ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù, las personas que viven con el VIH puede que aún sigan siendo más propensas a no sobrevivir a ciertos tipos de ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù como el de colon y recto, de pulmón, de piel tipo melanoma y de seno. No se tiene certeza del motivo por el que las personas que viven con el VIH sean más propensas a no sobrevivir a estos tipos de ³¦Ã¡²Ô³¦±ð°ù que aquellas personas sin el VIH.
Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society
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Actualización más reciente: marzo 28, 2022
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