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Cáncer de laringe y de hipofaringe
Los estudios han demostrado que las personas con cáncer en el área de la cabeza y el cuello que reciben tratamiento en centros donde se realizan muchas cirugías para estos cánceres tienden a vivir más tiempo. Y debido a la complejidad de estos tipos de cirugías y la necesidad de coordinación entre los especialistas en cáncer para trazar un plan de tratamiento completo, es muy importante contar con un cirujano y un centro oncológico con experiencia en el tratamiento de estos tipos de cánceres.
Si usted fuma, debe dejar de fumar. Fumar durante el tratamiento contra el cáncer está asociado a una mala cicatrización de las heridas, más efectos secundarios y menos beneficios del tratamiento, lo cual puede aumentar su riesgo de que el cáncer vuelva (recurrencia). Fumar después del tratamiento también puede aumentar la probabilidad de desarrollar otro cáncer. Dejar de fumar para siempre (antes de comenzar el tratamiento, de ser posible) es la mejor manera de aumentar las probabilidades de sobrevivir. Nunca es tarde para abandonar el hábito. Para obtener ayuda, vea Cómo dejar de usar tabaco.
La cirugía se utiliza frecuentemente para tratar los cánceres de laringe y de hipofaringe. Según el tipo de cáncer, la etapa y la ubicación, como también los demás tejidos afectados, se podrían emplear diferentes operaciones para extirpar el cáncer y a veces otros tejidos cercanos a la laringe o la hipofaringe. En casi todas las cirugías, el plan es extraer todo el cáncer junto con un borde (margen) de tejido sano que lo rodea.
La cirugía podría ser el único tratamiento necesario para algunos cánceres en etapas tempranas. La cirugía también se puede usar junto con otros tratamientos, como quimioterapia o 徱ó para cánceres en etapas más avanzadas.
Después de extirpar el cáncer, se podría hacer una cirugía reconstructiva para ayudar a restaurar la apariencia y función de las áreas que han cambiado.
Para esta cirugía, se pasa un endoscopio por la garganta para encontrar el tumor. El endoscopio es un tubo largo y delgado con una fuente de luz y una cámara en el extremo. Con la cámara, el médico puede ver el tumor y pasar instrumentos quirúrgicos largos a través del endoscopio para detectar, hacer biopsias y tratar algunos cánceres de laringe en etapa temprana. En el caso de cáncer de laringe en etapa temprana, los estudios han demostrado que una cirugía endoscópica puede ser tan efectiva como la radioterapia.
Si el cáncer o precáncer se limita a la superficie de las cuerdas vocales, este tipo de cirugía puede eliminar el cáncer y las capas superficiales de tejido de las cuerdas vocales. La mayoría de las personas pueden hablar nuevamente con normalidad después de esta operación.
También se pueden emplear láseres a través del endoscopio, Pueden usarse para extirpar (quitar) el tumor. A veces, se le llama microcirugía láser transoral (TLM, por sus siglas en inglés).
La laringectomía consiste en extirpar parte o toda la laringe. Consiste en realizar una incisión (corte) en la parte exterior del cuello sobre la zona de la nuez de Adán.
Բٴdzí parcial: con frecuencia, se pueden tratar los cánceres más pequeños de laringe al remover sólo parte del órgano fonador. Existen diferentes tipos de laringectomías parciales, pero ambos tienen el mismo objetivo: extirpar todo el cáncer y dejar la laringe lo más entera posible.
En una laringectomía supraglótica, sólo se extirpa la parte de la laringe encima de las cuerdas vocales. Este procedimiento se puede usar para tratar algunos cánceres supraglóticos, y le permitirá hablar con normalidad.
Cuando se trata de cánceres pequeños de las cuerdas vocales, el cirujano podría extirparlos extrayendo solo un lado de la laringe (una cuerda vocal) y dejando el otro lado. Esto se conoce como una hemilaringectomía. Después de esta cirugía, queda cierta capacidad para hablar.
Բٴdzí total: Este procedimiento extirpa la laringe por completo. Luego la tráquea se lleva a través de la piel de la parte frontal del cuello como un estoma (u orificio), a través del cual usted respirará (vea la imagen que sigue). A esto se le llama ٰܱdzٴdzí. Si le extirpan toda la laringe, ya no podrá hablar como lo hacía, pero podrá aprender otras formas de hablar. (Consulte Vida después del diagnóstico de cáncer de laringe o de hipofaringe). La conexión entre la garganta y el esófago (tubo para tragar) generalmente no se ve afectada, por lo que podrá tragar alimentos y líquidos tal como lo hacía antes de la operación.
Ilustraciones con autorización de la Fundación Mayo. From “Looking Forward...A Guidebook for the Laryngectomee” by R.L. Keith, et al, New York, Thieme-Stratton, Inc. and copyrighted by the Mayo Foundation, 1984.
La cirugía para extirpar toda o parte de la faringe (garganta) se llama faringectomía. Esta operación podría usarse para tratar cánceres de hipofaringe. A menudo, la laringe se extirpa junto con la hipofaringe. Después de la cirugía, es posible que usted necesite cirugía de reconstrucción para restaurar esta parte de la garganta y mejorar la capacidad para tragar.
Los cánceres de laringe y de hipofaringe pueden propagarse a los ganglios linfáticos del cuello. Si su médico cree que es probable que haya propagación a ganglios linfáticos, podría ser necesario extirpar los ganglios linfáticos de su cuello (y otros tejidos adyacentes). Esta operación, llamada disección del cuello, suele realizarse al mismo tiempo que la cirugía para extirpar el tumor principal. Puede que esto sea necesario para asegurar que se han extirpado todos los ganglios linfáticos que probablemente contienen cáncer. Para determinar la probabilidad de que el cáncer se haya propagado a los ganglios linfáticos, los médicos analizan el tamaño y la localización del tumor y si los ganglios linfáticos se ven agrandados o anormales en un estudio por imágenes.
Las dos formas más comunes de disección del cuello son la disección completa del cuello y la disección selectiva del cuello, que es menos extensa. Difieren en la cantidad de tejido extirpado del cuello.
A veces el cáncer se extiende a la glándula tiroides y es necesario extirpar parte o toda la glándula. La tiroides se encuentra frente a su cuello y envuelve alrededor de los lados de la tráquea. Esta glándula produce las hormonas que controlan su metabolismo y cómo su cuerpo utiliza el calcio.
Si se extirpa totalmente la glándula tiroides, su cuerpo ya no podrá producir la hormona tiroidea que necesita. En este caso, se deben tomar pastillas de hormona tiroidea (levotiroxina) para reemplazar la pérdida de la hormona natural.
Estas operaciones se podrían hacer para ayudar a restaurar la estructura o la función en las áreas afectadas por las cirugías realizadas para eliminar el cáncer.
Colgajos miocutáneos: A veces, se podría extirpar parcialmente un músculo y la parte de la piel pegada a él, en un área cercana a la garganta, como el pecho (colgajo de pectoral mayor), y darle vuelta hacia arriba para reconstruir o restaurar parte de su garganta.
Colgajos libres: con los avances de la cirugía microvascular (suturar conjuntamente pequeños vasos sanguíneos con un microscopio), los cirujanos ahora tienen muchas más opciones de reconstrucción. Los tejidos de otras partes del cuerpo, como un trozo de intestino o de un músculo de un brazo, pueden ser utilizados para reemplazar partes de su garganta.
Una traqueostomía consiste en conectar la tráquea a un orificio (estoma) que se hace en el frente del cuello para ayudar a que la persona respire, ya que permite la circulación de aire hacia y desde los pulmones. Se puede emplear en ciertos casos.
Por ejemplo, después de una laringectomía parcial o faringectomía, puede ser necesaria una ٰܱdzٴdzí temporal (a corto plazo) para ayudar a proteger sus vías respiratorias mientras se recupera de la cirugía. Para ello, se coloca un pequeño tubo de plástico (tubo traqueal) en la tráquea a través de un orificio localizado en el frente del cuello. El tubo permanece por un corto periodo de tiempo, y se remueve cuando ya no se necesita. Usted entonces respira por la boca y la nariz como lo hacía antes.
Como se describió anteriormente, se necesita una traqueostomía permanente después de una laringectomía total. En este caso, la abertura en la tráquea se conecta a un orificio en la piel de la parte frontal de su cuello. Puede que se necesite un tubo traqueal o cubierta para estoma para ayudar a mantener abierto el orificio de la traqueostomía. Usted respirará a través de esta abertura y no a través de la boca y la nariz.
Si un cáncer laríngeo o hipofaríngeo bloquea la tráquea y es demasiado grande para ser extirpado por completo, es posible hacerle una abertura para conectar la parte inferior de la tráquea a un estoma (orificio) en la parte frontal de su cuello para derivar el tumor y permitirle respirar con mayor comodidad.
Los cánceres de laringe y de hipofaringe pueden dificultarle tragar suficiente comida para mantener una buena nutrición y un peso saludable. Este problema puede debilitarle y dificultarle finalizar su tratamiento.
Algunas personas con cáncer de esófago pueden necesitar que se les coloque una sonda de alimentación, usualmente llamada sonda de gastrostomía (o sonda G), antes del tratamiento. Se introduce una sonda G a través de la piel y el músculo del abdomen (vientre) directamente hacia el estómago. A menudo, este tubo se coloca con la ayuda de un instrumento flexible que tiene una fuente de luz (endoscopio) y que se pasa por la boca hasta el estómago. Este procedimiento se realiza mientras usted está sedado (dormido). Cuando se coloca a través de una endoscopia superior, se le llama gastrostomía endoscópica percutánea o sonda PEG (por sus siglas en inglés). Otra opción consiste en colocar el tubo durante una operación. Cuando está colocada, puede administrarse alimento y medicamentos en forma líquida directamente al estómago por medio de la sonda.
A menudo, el tubo de gastrostomía solo se necesita por un corto periodo para ayudarle a obtener suficiente nutrición durante el tratamiento del cáncer. La sonda suele retirarse una vez que pueda volver a tragar después del tratamiento. Es importante que usted siga tragando aun cuando la mayor parte de su nutrición sea a través de un tubo G. Esto ayuda a mantener los músculos activos y brinda una mayor probabilidad de volver a tragar normalmente después de completar el tratamiento.
Toda cirugía conlleva algunos riesgos, que incluyen coágulos sanguíneos, infecciones, complicaciones de la anestesia y neumonía. Por lo general, estos riesgos son bajos, pero mayores con operaciones más complicadas. Aunque ocurre en pocas ocasiones, algunas personas no sobreviven a la cirugía.
Por lo general, los pacientes que tienen una laringectomía o una faringectomía pierden su capacidad para hablar con normalidad. Algunas personas necesitarán una traqueostomía después de la cirugía. Las operaciones menos extensas también pueden afectar el habla en algunos casos. (Vea Vida después del diagnóstico de cáncer de laringe o de hipofaringe para más información sobre el habla después de la cirugía.)
Las cirugías en la garganta o la laringe pueden provocar un estrechamiento gradual (estenosis) de la garganta o la laringe. A veces, esto puede dificultar la respiración. Si esto sucede, usted podría necesitar una traqueostomía.
En algunos casos, las cirugías de garganta o laringe también podrían dificultar una buena deglución. Este problema puede afectar cómo usted come, y podría ser lo suficientemente grave como para requerir permanentemente la alimentación por sonda.
La laringectomía y la faringectomía pueden también ocasionar el desarrollo de una fístula (una abertura anormal entre dos áreas que normalmente no están conectadas. Es posible que se requiera de cirugía para solucionar este problema.
La ruptura de la arteria carótida (la arteria grande en cualquier lado del cuello) es una complicación grave de la cirugía del cuello, pero que se presenta en muy pocas ocasiones.
Para acceder a información general sobre la cirugía para tratar el cáncer, refiérase al contenido sobre cirugía contra el cáncer.
Para saber más sobre los efectos secundarios relacionados al tratamiento contra el cáncer, refiérase al contenido sobre control de efectos secundarios relacionados con el cáncer.
Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society
Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.
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Actualización más reciente: enero 21, 2021
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