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Los linfomas de células B constituyen la mayoría de los linfomas no Hodgkin (alrededor de 85%) en los Estados Unidos. Estos son los tipos de linfoma que afectan a los linfocitos B. A continuación se explican los tipos de linfoma de células B más comunes.
Este tipo de linfoma no Hodgkin es el más común en los Estados Unidos, representando aproximadamente 1 de cada 3 linfomas. Las células del linfoma se ven bastante grandes cuando son observadas al microscopio.
El DLBCL puede afectar a las personas de cualquier edad, pero generalmente ocurre en las personas de edad avanzada. La edad promedio al momento del diagnóstico es a mediados de los sesenta años. Por lo general, comienza como una masa que crece rápidamente en un ganglio linfático, como en el pecho o en el abdomen o un ganglio linfático que usted puede palpar, por ejemplo, en el cuello o en la axila. También puede aparecer en otras áreas como en los intestinos, los huesos, o incluso en el cerebro o la médula espinal.
El DLBCL suele ser un linfoma de rápido crecimiento (agresivo), pero a menudo responde bien al tratamiento. En general, aproximadamente 3 de 4 personas no presentarán ningún signo de la enfermedad después del tratamiento inicial, y muchas personas con este linfoma se curan.
Un subtipo de DLBCL es el linfoma primario mediastinal de células B. Este tipo de linfoma ocurre principalmente en mujeres jóvenes. Comienza en el mediastino (el área en el medio del tórax y detrás del esternón). Puede crecer bastante y causar dificultades respiratorias porque a menudo ejerce presión en la tráquea que conduce (aire) a los pulmones. También puede bloquear la vena cava superior (vena grande que regresa la sangre de los brazos y la cabeza al corazón), lo que puede causar hinchazón de los brazos y el rostro. Este linfoma es de rápido crecimiento, pero usualmente responde bien al tratamiento.
Hay varios otros subtipos de DLBCL, pero éstos son poco comunes.
En los Estados Unidos, alrededor de 1 de cada 5 linfomas es un linfoma folicular. Por lo general, es un linfoma de crecimiento lento (indolente), aunque algunos linfomas foliculares pueden crecer rápidamente.
La edad promedio de las personas con este linfoma es de aproximadamente 60 años. Resulta poco común que ocurra en personas muy jóvenes. Por lo general, este linfoma surge en muchas áreas linfáticas del cuerpo, así como en la médula ósea.
A menudo, los linfomas foliculares responden bien al tratamiento, pero son difíciles de curar. Puede que estos linfomas no requieran tratamiento cuando se diagnostican por primera vez, sino que el tratamiento se puede retrasar hasta que el linfoma empiece a causar problemas. Con el pasar del tiempo, algunos linfomas foliculares se pueden convertir en linfoma difuso de células B grandes que crece rápidamente.
La leucemia linfocítica crónica (CLL, por sus siglas en inglés) y el linfoma linfocítico de células pequeñas (SLL) están estrechamente relacionados. De hecho, muchos médicos consideran que son versiones diferentes de la misma enfermedad. Tanto en la CLL como en el SLL se observa el mismo tipo de célula cancerosa (conocida como linfocito pequeño). La única diferencia consiste en el lugar donde se encuentran las células cancerosas. En la CLL, la mayoría de las células cancerosas están en la sangre y la médula ósea. Por otro lado, en el SLL, las células cancerosas se encuentran principalmente en los ganglios linfáticos y el bazo.
Tanto la CLL como el SLL son normalmente enfermedades de crecimiento lento (indolente), aunque la CLL, que es mucho más común, tiende a crecer más lentamente. El tratamiento es el mismo para la CLL y el SLL. Generalmente no son curables con los tratamientos convencionales, pero muchas personas pueden vivir mucho tiempo (incluso décadas) con ellos. A veces, estos pueden convertirse en un tipo más agresivo (de crecimiento rápido) de linfoma con el pasar del tiempo.
Para más información, consulte Leucemia linfocítica crónica.
Aproximadamente el 5% de los linfomas son linfomas de células del manto (MCL). El MCL es mucho más común en hombres que en mujeres, y aparece más a menudo en personas mayores de 60 años. Cuando el MCL se diagnostica, generalmente se ha propagado ampliamente a los ganglios linfáticos, la médula ósea y a menudo al bazo.
El MCL puede ser difícil de tratar. Este linfoma tiende a crecer más rápidamente que los linfomas indolentes (de crecimiento lento), pero generalmente no responde a tratamiento tan bien como los linfomas agresivos (de crecimiento rápido). No obstante, los nuevos tratamientos pueden ofrecer una mejor oportunidad de supervivencia a largo plazo para los pacientes que han sido diagnosticados recientemente.
Los linfomas de zona marginal representan aproximadamente del 5% al 10% de los linfomas. Suelen crecer lentamente (indolente). Las células en estos linfomas son pequeñas cuando se analizan al microscopio. Existen tres tipos principales de linfomas de zona marginal:
Linfoma extraganglionar de zona marginal de células B, también conocido como linfoma de tejido linfático asociado con la mucosa (MALT): es el tipo más común de linfoma de zona marginal. No se origina en los ganglios linfáticos sino en otros lugares (extraganglionar).
Existen linfomas MALT gástricos y no gástricos. Los linfomas MALT gástricos se originan en el estómago y están relacionados con una infección por la bacteria Helicobacter pylori (la bacteria que causa muchas úlceras estomacales). El linfoma MALT también puede originarse fuera del estómago (no gástrico), ya sea en los pulmones, la piel, la tiroides, las glándulas salivales o los tejidos que rodean los ojos. Generalmente el linfoma se mantiene limitado al área donde comienza y no se propaga ampliamente. Muchos de estos otros linfomas MALT también están relacionados con infecciones por bacterias (Chamydophila y Campylobacter) o virus.
La edad promedio de las personas con linfoma MALT al momento de realizarse el diagnóstico es alrededor de 60 años. Este linfoma suele crecer lentamente y a menudo es curable si la cantidad de cáncer es limitada. A menudo, los médicos usan antibióticos como primer tratamiento para el linfoma MALT del estómago, ya que tratar la infección por Helicobacter pylori a menudo cura el linfoma.
Linfoma nodal de zona marginal de células B: este linfoma es infrecuente. Se origina y normalmente permanece en los ganglios linfáticos, aunque a veces también se detectan células del linfoma en la médula ósea.
Este linfoma tiende a crecer lentamente (aunque no es generalmente tan lento como el linfoma MALT), y el tratamiento es similar al que se administra para el linfoma folicular.
Linfoma esplénico de zona marginal de células B: este linfoma es poco frecuente. A menudo, el linfoma se descubre principalmente en el bazo, la sangre y la médula ósea.
Puede causar cansancio y malestar debido a un agrandamiento del bazo. Debido a que esta enfermedad es de crecimiento lento, es posible que no necesite tratamiento, a menos que los síntomas se tornen problemáticos. Este tipo de linfoma ha sido relacionado con la infección por hepatitis C. A veces tratar el virus de la hepatitis C también puede tratar este linfoma.
Este linfoma de rápido crecimiento recibe su nombre en honor al médico que lo describió inicialmente en niños y jóvenes africanos. Representa alrededor del 1% al 2% de todos los linfomas en los adultos. Se presenta en pocas ocasiones en los adultos, pero es más común en los niños. El linfoma de Burkitt también es mucho más común en los hombres que en las mujeres.
Las células en el linfoma de Burkitt son medianas. Una clase similar de linfoma, el linfoma parecido al de Burkitt, tiene células ligeramente más grandes, pero diferentes alteraciones de cromosomas.
Las diferentes variedades de este linfoma se ven en distintas partes del mundo:
El linfoma de Burkitt crece muy rápidamente, por lo que se necesita tratamiento inmediato. No obstante, más de la mitad de los pacientes pueden ser curados con quimioterapia intensiva.
Este linfoma de crecimiento lento es poco común, representando sólo 1% a 2% de los linfomas. Las células de este linfoma son pequeñas y generalmente se detectan en la médula ósea, los ganglios linfáticos y el bazo.
A pesar del nombre, la leucemia de células peludas (HCL) algunas veces se considera un tipo de linfoma. Esta leucemia es poco común, pues solo alrededor de 700 personas en este país son diagnosticadas con esta enfermedad anualmente. Los hombres son mucho más propensos a padecer HCL que las mujeres, y la edad promedio al momento del diagnóstico es de alrededor de 50 años.
Estas células son linfocitos de células B pequeñas con proyecciones que sobresalen y le dan una apariencia “peluda”. Generalmente se detecta en la médula ósea, el bazo, y en la sangre.
La leucemia de células peludas es de crecimiento lento y puede que algunas personas nunca necesiten tratamiento. Las razones comunes para iniciar un tratamiento son un agrandamiento del bazo o un recuento bajo de células sanguíneas (debido a que las células cancerosas invaden la médula ósea). Si se necesita tratamiento, usualmente es muy eficaz.
La leucemia de células peludas también se aborda en Leucemia linfocítica crónica.
Este linfoma afecta el cerebro o la médula espinal (sistema nervioso central o CNS). A veces, el linfoma también se descubre en los tejidos alrededor de la médula espinal o los ojos. Con el tiempo, tiende a propagarse ampliamente en el sistema nervioso central.
En general, un linfoma primario del sistema nervioso central es poco común, aunque afecta con más frecuencia a personas de edad avanzada con problemas del sistema inmunitario, como aquellas que han recibido un trasplante de órgano o que tienen sida (AIDS). La mayoría de las personas presentan dolor de cabeza y confusión. También pueden presentar problemas con la visión; debilidad o alteración de la sensibilidad en el rostro, los brazos o las piernas; y convulsiones en algunos casos.
El pronóstico para los pacientes con linfoma primario del sistema nervioso central ha mejorado con el paso de los años principalmente debido a los avances en el tratamiento.
Este es un tipo de linfoma poco común que inicia en el globo ocular y que a menudo se observa con el linfoma primario del sistema nervioso central (cerebro). Es el segundo tipo de cáncer de ojo más común en los adultos, siendo el melanoma ocular el primero. La mayoría de la gente con linfoma intraocular primario son adultos mayores o persona con problemas en su sistema inmunológico debido a afecciones como sida o a raíz del uso de medicamentos para evitar el rechazo en un trasplante de órgano o tejidos.
Puede que la persona empiece a notar un abultamiento en el ojo sin experimentar dolor, pérdida de la visión ni visión borrosa. Muchas de las pruebas para diagnosticar el melanoma ocular son las mismas que para diagnosticar el linfoma en el ojo.
El tratamiento principal para el linfoma en el ojo es a radioterapia de rayos externos en caso de que el cáncer se encuentre confinado al ojo. Puede que la quimioterapia o la quimioterapia en conjunto con la radiación se use según el tipo de linfoma y qué tanto se haya propagado más allá del ojo.
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Actualización más reciente: enero 29, 2019
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