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Para preguntas médicas, le animamos a revisar su información con su médico.
Tumores de encéfalo y de médula espinal en adultos
Los tumores encefálicos y de médula espinal son masas de células que han cambiado y han crecido sin control.
Los tumores en el encéfalo o la médula espinal pueden causar presión o propagarse al tejido normal cercano mientras crecen. Esto puede dificultar que el encéfalo y la médula espinal funcionen de la manera en que deberían hacerlo para controlar funciones en el resto del cuerpo.
Las preocupaciones principales con los tumores encefálicos y de médula espinal consisten en cuán rápido crecen y si se pueden extirpar (o destruir) sin que regresen.
Algunos tipos de tumores encefálicos y de la médula espinal crecen más rápido y son más propensos a propagarse a partes cercanas del encéfalo o de la médula espinal que otros. Los tumores de crecimiento lento a veces se denominan benignos. Sin embargo, incluso los tumores benignos del encéfalo o de la médula espinal a veces pueden causar problemas graves.
Muchos otros tipos de cáncer, como el cáncer de pulmón o el cáncer de seno, pueden propagarse (hacer metástasis) al encéfalo desde otra parte del cuerpo. Estos no son el tipo de tumores que abordamos en este artículo. Esta información trata sobre tumores que comienzan en las células del encéfalo o la médula espinal. En pocas ocasiones, estos tumores se pueden propagar a otras partes del cuerpo.
Al encéfalo y a la médula espinal se les llama sistema nervioso central. Sirven como el principal “centro de procesamiento” para todo el sistema nervioso.
El encéfalo y la médula espinal están rodeados y protegidos por un líquido especial, llamado líquido cefalorraquídeo (CSF). El encéfalo también está protegido por el cráneo, y la médula espinal está protegida por la cantidad considerable de huesos de la columna vertebral llamados vértebras.
Diferentes partes del encéfalo controlan diversas funciones, como la manera de ver, moverse, sentir o pensar. La médula espinal conecta el encéfalo con los nervios en todo el cuerpo para llevar mensajes de ida y vuelta.
Hay muchos tipos de tumores de encéfalo y de médula espinal. Su médico puede informarle más acerca del tipo que usted tiene. A continuación se presentan algunos de los tipos más comunes:
Los síntomas de los tumores encefálicos y de la médula espinal dependen principalmente de dónde se encuentra el tumor. Algunos síntomas pueden comenzar lentamente y empeorar con el tiempo. A veces los síntomas surgen muy rápido. Los síntomas comunes son dolores de cabeza y convulsiones. Otros son visión borrosa, malestar estomacal y cambios en la manera que se siente o actúa. Por supuesto, estos síntomas también pueden tener otras causas.
El médico le hará preguntas sobre su salud y le hará un examen físico.
Si el médico cree que podría tener un tumor, es posible que le recomiende consultar a un ԱܰóDz o a un neurocirujano. Estos médicos tratan problemas en el sistema nervioso.
Si los indicios apuntan hacia un tumor de encéfalo o de médula espinal, se harán más pruebas para confirmar esto. Las siguientes pruebas son algunas que pueden necesitarse:
Imágenes por resonancia magnética: en este estudio, (conocido como MRI, por sus siglas en inglés), se usan ondas de radio e imanes potentes para producir imágenes detalladas del interior del cuerpo. Las MRI son la mejor manera de encontrar tumores en el encéfalo y la médula espinal. Puede que se empleen diferentes tipos de MRI para examinar los vasos sanguíneos, el flujo sanguíneo y la actividad en el encéfalo.
Tomografía computarizada: en este estudio (conocido como CT o CAT scan) se usan rayos X para producir imágenes detalladas del interior de su cuerpo. La CT puede ser útil para examinar los huesos que rodean el tumor.
Angiografía por CT o MR: estos estudios utilizan tipos especiales de MRI o CT para examinar los vasos sanguíneos dentro del encéfalo y alrededor de un tumor.
Tomografía por emisión de positrones: para realizar este estudio (conocido en inglés como PET), se inyecta una forma de tinte que tiene azúcar en su sangre que se puede observar dentro de su cuerpo con una cámara especial. Si hay un tumor, este azúcar aparece como una “zona destacada” (puntos que brillan) donde se encuentra el tumor.
Biopsia: en una biopsia, el médico extrae pequeños fragmentos de tejido encefálico o de médula espinal para detectar células tumorales. Esto se puede hacer durante una cirugía o con una aguja hueca especial. Una biopsia es a menudo la única manera de saber exactamente el tipo de tumor. Si se encuentran células tumorales, es posible que se les realicen pruebas de laboratorio especiales para obtener más información sobre ellas.
Para muchos tipos de cáncer, la etapa (extensión) del cáncer se usa para decidir qué tipo de tratamiento es el mejor y la probabilidad de que una persona se mejore. Sin embargo, los tumores encefálicos y de médula espinal no se clasifican por etapas como la mayoría de los cánceres.
Algunos de los factores que los médicos utilizan para decidir el tratamiento y saber las probabilidades de que una persona se mejore son:
El tratamiento para los tumores encefálicos y de la médula espinal depende de cosas como el tipo de tumor, dónde está localizado y su salud en general.
La cirugía es el primer tratamiento para la mayoría de las personas. Se puede emplear la cirugía para:
Hay muchos tipos de cirugías. El tipo que se usa depende de dónde se encuentre el tumor y qué tan grande sea. La radiación puede utilizarse con cirugía para tratar de curar el tumor o ayudar a evitar su crecimiento.
Pregunte a su médico cuál tipo de cirugía es la que usted necesita. Cada tipo de cirugía tiene sus ventajas y sus desventajas.
Efectos secundarios de la cirugía
En cualquier tipo de cirugía puede haber algunos riesgos y efectos secundarios, como sangrado o infecciones. Pregunte al médico lo que usted puede esperar. Si tiene algún problema, dígaselo a sus médicos. Los médicos que tratan a las personas con tumores de encéfalo y de médula espinal deberán poder ayudarle con cualquier problema que pueda surgir.
La radioterapia usa rayos de alta energía (como rayos X) para eliminar las células cancerosas. Se puede usar:
Hay formas distintas de administrar los tratamientos con radiación.
Por lo general, la radiación se puede dirigir al tumor desde una máquina fuera del cuerpo. Esto también se llama radiación de haz externo. La radiación puede administrarse al mismo tiempo o en dosis más pequeñas durante unos pocos días o semanas.
También se puede administrar mediante la colocación de diminutas partículas de radiación en o cerca del tumor. A esto se le llama braquiterapia. Esta clase de radiación se usa con más frecuencia junto con la radiación externa.
Efectos secundarios de los tratamientos de radiación
Si su médico sugiere la radioterapia como tratamiento, pregúntele acerca de los efectos secundarios que podrían presentarse. La radiación puede causar que algunas personas sientan cansancio, malestar o deseos de vomitar. Si se tratan grandes partes del encéfalo, la radiación puede cambiar su funcionamiento.
La mayoría de los efectos secundarios se alivian después de que finaliza el tratamiento. Sin embargo, algunos pueden durar más tiempo. Hable con su equipo de atención médica del cáncer sobre lo que usted puede esperar durante y después del tratamiento. Puede que haya métodos para aminorar los efectos secundarios.
Quimio es la forma abreviada de quimioterapia; el uso de medicamentos para combatir el cáncer. Los medicamentos se pueden administrar a menudo por medio de una aguja que se coloca en una vena o por vía oral como pastillas. Estos medicamentos ingresan a la sangre y pasan a todo el cuerpo.
La quimioterapia también se puede administrar directamente en el líquido cefalorraquídeo o en el encéfalo durante la cirugía. Pregúntele a su doctor cómo usted recibirá la quimioterapia.
La quimioterapia a menudo se aplica en ciclos o series (sesiones) de tratamiento. Cada ciclo de tratamiento es seguida por un periodo de descanso. A veces, se puede administrar más de un medicamento de quimioterapia. Por lo general, el tratamiento dura muchos meses.
Efectos secundarios de la quimioterapia
La quimioterapia podría causarle sensación de mucho cansancio, malestar en el estómago, o la caída de su cabello. Pero estos efectos secundarios desaparecen después de finalizar el tratamiento.
Hay formas de tratar la mayoría de los efectos secundarios causados por la quimioterapia. Si usted tiene efectos secundarios, hable con su equipo de atención médica del cáncer para que puedan ayudarle.
Los medicamentos de terapia dirigida tienen el objetivo de actuar principalmente en los cambios celulares que hacen que las células sean cancerosas. Estos medicamentos afectan principalmente a las células del tumor y no a las células normales del cuerpo. Puede que estos medicamentos surtan efecto incluso si otro tratamiento no es eficaz. Se pueden administrar solos o con quimioterapia para tratar a determinados tipos de tumores encefálicos y de médula espinal.
Efectos secundarios de los medicamentos de terapia dirigida
Los efectos secundarios dependen de los medicamentos que se usan. Por lo general, estos efectos desaparecen después de que finaliza el tratamiento.
Existen algunas maneras de tratar la mayoría de los efectos secundarios causados por los medicamentos de terapia dirigida. Si usted tiene efectos secundarios, hable con su equipo de atención médica del cáncer para que puedan ayudarle.
Algunos otros medicamentos no tratan los tumores directamente, pero aún pueden ser útiles. Por ejemplo:
Para algunos tipos de tumores encefálicos, se pueden colocar conjuntos de electrodos en el cuero cabelludo durante la mayor parte del día. Estos producen corrientes eléctricas leves que parecen desacelerar el crecimiento de algunas células tumorales. Se pueden utilizar con la quimio o en su lugar. Los efectos secundarios tienden a ser leves.
Los estudios (o ensayos) clínicos son investigaciones para probar nuevos medicamentos o tratamientos en humanos. Estos estudios comparan los tratamientos convencionales con otros que podrían ser mejores.
Si está interesado en saber más sobre qué estudios clínicos podrían ser adecuados para usted, comience por preguntar a su médico si en la clínica u hospital donde trabaja se realizan estudios clínicos. Consulte Estudios clínicos para obtener más información.
Los estudios clínicos son una manera de recibir los tratamientos más recientes. Son la mejor alternativa para que los médicos encuentren mejores maneras de tratar los tumores. Sin embargo, puede que no sean adecuados para todas las personas. Si su médico puede encontrar un estudio clínico que esté investigando el tipo de tumor que usted tiene, será su decisión el determinar si le interesaría participar. En caso de que acepte participar en un estudio clínico, usted puede dejar de participar en cualquier momento.
Es posible que usted se entere de otros métodos para tratar el tumor o sus síntomas. Puede que no siempre sean tratamientos médicos convencionales. Estos tratamientos pueden incluir vitaminas, hierbas y dietas, entre otras cosas. Tal vez usted tenga inquietudes sobre estos tratamientos.
Se sabe que algunos de estos métodos son útiles, pero muchos no han sido probados. Se ha demostrado que algunos no proveen beneficios, otros pueden ser hasta peligrosos. Hable con su médico sobre cualquier cosa que usted esté considerando, ya sea una vitamina, hierba, algún régimen alimentario o cualquier otro método.
Algunos tumores se pueden extirpar (o destruir) por completo, pero tal vez otros no. Aun cuando haya desaparecido, puede ser difícil no preocuparse por su regreso. Ya sea que el tumor haya desaparecido o que continúe con el tratamiento, usted aún necesitará acudir al médico.
Asegúrese de acudir a todas las citas de seguimiento con su médico. Sus médicos le preguntarán sobre los síntomas, harán exámenes físicos, y puede que hagan pruebas para saber si el tumor ha crecido o regresado. También le realizarán pruebas para saber si el tratamiento ha causado daño cerebral. Si es necesario, le ayudarán a aprender a lidiar con los cambios que surjan.
Afrontar un tumor y lidiar con el tratamiento puede ser difícil, pero también puede ser el momento para nuevos cambios en su vida. Probablemente usted desee saber cómo puede contribuir a mejorar su salud. áԴDz al 1-800-227-2345 o hable con su médico para saber qué puede hacer para sentirse mejor.
Usted no puede cambiar el hecho de que ha tenido un tumor. Lo que sí puede cambiar es la manera en que vivirá el resto de su vida al tomar decisiones que beneficien su salud y sentirse tan bien como le sea posible.
Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society
Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.
Biopsia: extracción de una pequeña muestra de tejido para ver si contiene células cancerosas.
Sistema nervioso central: el encéfalo y la médula espinal que funcionan como el “centro de procesamiento” para todo el sistema nervioso.
Líquido cefalorraquídeo: el líquido claro que rodea y que actúa como amortiguador del encéfalo y de la médula espinal.
ѱáٲ: Células cancerosas que se han propagado desde el sitio donde se originaron a otras partes del cuerpo.
ܰóDz: un médico que se especializa en el tratamiento de enfermedades o problemas del sistema nervioso.
Neurocirujano: un médico que se especializa en tratar mediante cirugía las enfermedades o problemas del sistema nervioso.
ܰǰ徱óDz: un médico que se especializa en el uso de estudios por imágenes para examinar el sistema nervioso.
Reservorio Ommaya: dispositivo de plástico en forma de cúpula que se coloca justo debajo del cuero cabelludo durante la cirugía. Un tubo adherido a este dispositivo se dirige hacia el encéfalo hasta llegar al líquido cefalorraquídeo. Los médicos y las enfermeras pueden usar una aguja delgada para administrar quimioterapia a través del dispositivo o para extraer el líquido cefalorraquídeo con el fin de realizar pruebas.
Derivación ventriculoperitoneal (VP shunt): un tubo delgado que se utiliza para drenar el líquido cefalorraquídeo extra para aliviar la presión en el encéfalo. La cirugía se hace para colocar un extremo del tubo en el encéfalo y el otro extremo en el abdomen (vientre). El tubo pasa por debajo de la piel del cuello y el pecho. El flujo de líquido cefalorraquídeo se controla mediante una válvula en el tubo. Los “shunts” pueden ser permanentes o temporales.
Tenemos mucha más información para usted. Puede encontrarla en línea en www.cancer.org. O bien, puede llamar a nuestro número gratuito de asistencia al 1-800-227-2345 para hablar con uno de nuestros especialistas en información sobre el cáncer.
Actualización más reciente: mayo 5, 2020
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