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Radioterapia para el cáncer de nasofaringe

Dado que estos cánceres no son comunes en los EE. UU. y se encuentran cerca de muchas estructuras fundamentales en la cabeza y el cuello, es muy importante acudir a un centro oncológico y a un oncólogo especialista en radioterapia con experiencia en el tratamiento de estos cánceres. Esto ayudará a coordinar su atención entre especialistas en cáncer para elaborar un plan de tratamiento completo.

La radioterapia usa rayos X o partículas de alta energía para eliminar las células cancerosas o desacelerar su velocidad de crecimiento. La mayoría de los cánceres de nasofaringe (NPC, por sus siglas en inglés) son sensibles a la radiación, por lo que suele ser parte del tratamiento inicial si el cáncer de nasofaringe no se ha propagado fuera de la región de la cabeza y el cuello.

La radiación se puede utilizar de muchas maneras para tratar el cáncer de nasofaringe:

  • Como tratamiento principal para los cánceres que son pequeños y que no se han propagado a los ganglios linfáticos en el cuello
  • Como tratamiento principal con quimioterapia para cánceres grandes o cánceres que se han propagado a los ganglios linfáticos en el cuello
  • Como tratamiento principal para personas que no pueden recibir quimioterapia
  • Después de la quimioterapia en pacientes con cáncer de nasofaringe que ha invadido estructuras cercanas y/o se ha propagado a los ganglios linfáticos en el cuello. En pacientes cuyos tumores responden a la quimioterapia, el tratamiento con más quimioterapia más radiación (quimiorradiación) puede ayudar a algunas personas a vivir más tiempo.
  • Para ayudar con los síntomas, como dolor, sangrado o dificultad para tragar, en personas con cáncer avanzado
  • Para tratar un cáncer que ha regresado después del tratamiento (recurrencia del cáncer).

La radioterapia se administra generalmente tanto al tumor nasofaríngeo principal, como a los ganglios linfáticos cercanos en el cuello. Incluso si los ganglios linfáticos no se ven grandes o anormales en una prueba de diagnóstico por imágenes o un examen físico, se utiliza la radiación, por si acaso algunas células cancerosas se han propagado allí. Si se sabe que los ganglios linfáticos contienen células cancerosas, se utilizan dosis más altas de radiación.

La radiación a esta parte de su cuerpo puede causarle problemas en los dientes y las encías, por lo que es importante ver a un dentista antes de comenzar el tratamiento. Un dentista puede asegurarse de que su boca esté sana antes del tratamiento. Podría recomendarle la extracción de algunos dientes que estén en mal estado antes de comenzar la radiación, ya que estos pueden aumentar la probabilidad de sufrir infecciones. Probablemente, el dentista también le recomendará usar algún tipo de tratamiento con flúor después de completar la terapia. Durante y después del tratamiento, su dentista puede ayudar a detectar y tratar cualquier problema que pudiera surgir, como una infección o daño al diente y al hueso.

Deje de fumar antes del tratamiento contra el cáncer de nasofaringe

Si usted fuma, es importante que deje de hacerlo. Fumar durante el tratamiento con radiación puede causar más efectos secundarios y una baja respuesta a la radiación, lo cual podría aumentar la probabilidad de que el cáncer regrese (recurrencia del cáncer). Fumar después del tratamiento también aumenta la probabilidad de padecer un nuevo cáncer. Dejar de fumar para siempre (antes de comenzar el tratamiento, de ser posible) es la mejor manera de aumentar las probabilidades de que el tratamiento sea exitoso. Nunca es tarde para abandonar el hábito. Para obtener ayuda, vea Cómo dejar de usar tabaco.

Radioterapia con rayo externo (EBRT, por sus siglas en inglés) para el cáncer de nasofaringe

La radioterapia con rayo externo es el tipo de radiación más común que se utiliza para tratar el cáncer de nasofaringe. Este tipo de radiación utiliza rayos X que se dirigen al tumor desde una máquina grande fuera del cuerpo.

Antes de comenzar la radioterapia con rayo externo, podrían hacerle una máscara de malla para la cabeza y el cuello, que es un poco flexible, pero resistente para mantener la cabeza, el cuello y los hombros exactamente en la misma posición cada vez que recibe el tratamiento. Algunas personas pueden sentirse un poco confinadas al tener esta máscara puesta y quizás necesiten pedir un medicamento para ayudarles a relajarse durante el tratamiento. A veces, la máscara se puede ajustar para que no apriete tanto. Analice sus opciones con su oncólogo especialista en radiación. También podrían tomarle la medida para hacerle un bloque de mordida que sostendrá en la boca durante el tratamiento.

La radioterapia es muy similar a una radiografía, pero la radiación es más intensa y se dirige con más precisión hacia el cáncer. El tratamiento no duele y la máquina no entra en contacto con usted. Cada tratamiento dura solo unos minutos, aunque el tiempo de preparación (colocarle en el lugar correcto para el tratamiento) suele llevar más tiempo.

Distintos tipos de EBRT

Existen técnicas avanzadas de radioterapia con rayo externo que ayudan a los médicos a enfocar la radiación con mayor precisión o usar diferentes tipos de radiación, como protones.

La radioterapia de intensidad modulada (IMRT, por sus siglas en inglés) se utiliza con mayor frecuencia para tratar el cáncer de nasofaringe. Es un tipo de terapia conformada que utiliza una máquina controlada por computadora que se mueve alrededor del paciente mientras administra la radiación. Además de configurar los rayos y dirigirlos al tumor desde varios ángulos, la intensidad (fuerza) de los rayos puede ajustarse para limitar la dosis que llega a los tejidos normales y estructuras importantes cercanas. Esto puede permitir que el médico administre una dosis más alta al tumor y ayuda a reducir los efectos secundarios.

La radioterapia con haz de protones enfoca rayos de protones sobre el cáncer. A diferencia de los rayos X, que atraviesan al paciente e irradian radiación antes y después de alcanzar al tumor, los protones solo viajan una cierta distancia, así que los tejidos detrás del tumor pueden quedar expuestos a menos radiación. Se espera que esto reduzca los efectos secundarios en comparación con otros tipos de radiación, como los rayos X. Sin embargo, todavía no se ha demostrado que este sea el caso en un estudio clínico. Por este motivo, la terapia con protones no está disponible ampliamente en los Estados Unidos y es posible que muchas compañías de seguros no la cubran en este momento.

Programación de tratamiento común para la radioterapia con rayo externo

La programación estándar de radioterapia con rayo externo para los cánceres de nasofaringe suele consistir en fracciones diarias (dosis) 5 días a la semana durante aproximadamente 6 a 7 semanas.

Braquiterapia (radiación interna)

La braquiterapia es otra forma de administrar radiación. Se colocan varillas o alambres metálicos muy delgados, que transportan pequeñas cápsulas de material radiactivo, directamente dentro del cáncer o muy cerca de él. La radiación viaja una distancia muy corta, por lo que destruye el cáncer sin causar mucho daño a los tejidos sanos cercanos.

La braquiterapia no se utiliza a menudo como primer tratamiento para el cáncer de nasofaringe. Pero se puede utilizar si el cáncer vuelve (recurrencia) o si no desaparece por completo con la quimiorradiación. En ocasiones, la radioterapia interna y la radioterapia con rayo externo se usan en forma conjunta.

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La quimiorradiación es la quimioterapia administrada al mismo tiempo que la radiación. A menudo puede funcionar mejor que la radiación sola, pero también tiende a tener más efectos secundarios. (Puede encontrar más información sobre esto en Quimioterapia para el cáncer de nasofaringe).

Posibles efectos secundarios de la radioterapia para el cáncer de nasofaringe

Si usted va a recibir radioterapia, es importante que hable con su médico sobre los posibles efectos secundarios para que sepa qué debe esperar.

Los efectos secundarios comunes a corto plazo de la radiación externa en la cabeza y el cuello pueden incluir:

  • Cambios en la piel en el área donde se dirige la radiación, con enrojecimiento o ampollas
  • Náuseas y vómitos
  • Cansancio (fatiga)
  • Llagas en la boca y la garganta que pueden provocar problemas para tragar y pérdida de peso por no comer
  • Ronquera
  • Pérdida del sentido del gusto

Estos efectos secundarios suelen mejorar una vez que se detiene la radiación.

Efectos secundarios duraderos o permanentes de la radioterapia

Es posible que otros efectos secundarios no mejoren con el tiempo, como daños en los huesos del cráneo o problemas de audición o visión debido al daño en ciertos nervios.

Otros efectos secundarios a largo plazo podrían incluir:

  • Problemas dentales: La radiación en estas áreas puede empeorar cualquier problema dental que ya tenga y dificultar su solución. La mayoría de los médicos le sugerirán que un dentista le revise los dientes antes de comenzar la radioterapia en el área de la cabeza o el cuello. En algunos casos, el dentista puede incluso recomendarle que se extraiga algunos dientes antes del tratamiento para reducir la probabilidad de que surjan problemas más adelante, como una infección.
  • Resequedad bucal: Esta es una de las principales preocupaciones de la radioterapia para el cáncer de nasofaringe. El daño a las glándulas salivales puede causar una resequedad bucal persistente que dificulta la deglución de alimentos. La resequedad bucal también puede provocar caries dentales graves. Para ayudar a prevenir problemas dentales, las personas tratadas con radiación en el área de la cabeza o el cuello deben practicar una higiene bucal cuidadosa y visitar al dentista con regularidad. La resequedad bucal es un problema menor si se utiliza IMRT.
  • Problemas con la tiroides: La glándula tiroides suele quedar dañada si se trata el área del cuello con EBRT. El daño no causa problemas que se noten de inmediato, por lo que su médico controlará su función tiroidea con análisis de sangre en los años posteriores al tratamiento. Si la función tiroidea disminuye, quizás necesite tomar pastillas para reemplazar la hormona tiroidea.
  • Daños en la glándula pituitaria: La glándula pituitaria controla muchas hormonas en el cuerpo. Se pueden utilizar análisis de sangre para detectar niveles hormonales anormales si la pituitaria está dañada por el tratamiento con radiación. Según la gravedad del daño, puede que sea necesario tomar ciertas hormonas para reemplazar las que faltan.
  • Daño a las arterias carótidas: Se trata de vasos sanguíneos importantes en el cuello que llevan sangre al cerebro. A veces pueden estrecharse después de la radiación. Esto podría aumentar el riesgo de una persona de sufrir un derrame cerebral u otros problemas, pero esto suele tardar varios años en ocurrir.

Más información sobre radioterapia

Para acceder a información sobre cómo se usa la radioterapia en el tratamiento contra el cáncer, refiérase al contenido sobre radioterapia contra el cáncer.

Para saber más sobre los efectos secundarios relacionados al tratamiento contra el cáncer, refiérase al contenido sobre control de efectos secundarios relacionados con el cáncer.

Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society

Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.

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Actualización más reciente: agosto 1, 2022

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